Son muchos los conductores que manifiestan su inseguridad a la hora de circular por las rotondas, esto se debe principalmente a dos motivos: Por un lado, desconocimiento a la hora de circular por las mismas de muchos conductores, y por otro a consecuencia del poco uso de los intermitentes que hacen muchos conductores.
Hay que recordar que el uso de los intermitentes, no nos otorga prioridad ninguna, se trata simplemente de una señalización con la que advertimos al resto de los conductores de nuestras intenciones.
Actualmente se está produciendo un importante incremento en el número de accidentes en rotondas. Esto se debe a que estos emplazamientos están siendo utilizados por bandas organizadas de estafadores para provocar accidentes intencionadamente.
El procedimiento es siempre el mismo, un vehículo entra en una rotonda por el carril exterior, poniéndose a la altura del otro vehículo que circule por el carril interior. Cuando pongamos el intermitente para pasar a su carril, propiciará un choque con la intensidad suficiente para que sus ocupantes digan tener daños físicos, generalmente el conocido “latigazo cervical”.
En esta situación la culpa es del vehículo que circula por el carril interior por lo que el conductor de este vehículo, seguramente firme un parte amistoso con los conductores del otro vehículo.
Los conductores que propiciaron el choque (exterior de la rotonda), cobraran del seguro los daños del vehículo, los gastos médicos y seguramente una indemnización por los daños corporales. Este tipo de fraude ha sido destapado por las propias aseguradoras, después de ver un importante incremento en el número de accidentes de este tipo.
Los datos del 4º Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos de Línea Directa, señalan que un 6% de los accidentes declarados en nuestro país son falsos. Este tipo de estafas suponen de media unos 12.000 euros, aunque existen importantes variaciones dependiendo del número de ocupantes del vehículo. Los daños materiales suelen ser de media unos 300 euros. Mientras que los corporales en muchos casos llegan a los 15.000 euros.
Ya son varias las comunidades en las que han sido detectados este tipo de fraudes. Las compañías aseguradoras y las autoridades piden la colaboración de todos para terminar con este tipo de fraudes que al final tienen repercusión en el bolsillo de todos los conductores ya por culpa de este tipo de siniestros falsos las aseguradoras se ven obligadas a aumentar los precios de los seguros de todos los conductores.