Estamos acostumbrados a verlas en todas nuestras vías públicas, las conocemos y sabemos su significado, pero ¿desde cuándo nos acompañan?
El origen de las señales, data de la época de los romanos. Con la creación de la primera red de Calzadas, surgió la necesidad de indicar a los viajeros de su localización, para ellos se tomaba como referencia la distancia entre Roma y ese punto geográfico. De ahí, el popular dicho de “Todos los caminos conducen a Roma”.
Estas primeras señales consistían en una columna de piedra en la que además de la distancia a Roma en millas romanas se indicaba el nombre de la Vía Romana, con el tiempo fueron añadiéndose otras indicaciones como las poblaciones que unía esa vía. El nombre de estas primeras señales era millardos.
En la Edad Media aumentó el número de indicaciones, especialmente en los cruces en los que se colocaban postes con indicaciones de dirección, gracias a las cuales el viajero conocía la dirección que debía tomar.
Una de las primeras señales de tráfico no informativa en cuanto a localización fue creada en Alemania en 1892. Se trataba de una calavera metálica que pretendía advertir a los viajeros de la necesidad de parar. Durante la noche esta calavera se iluminaba, lo que termino por causar el pánico entre los viajeros. Posiblemente los viajeros además de pararse se darían la vuelta a la vista de esta señal durante la noche.
La verdadera revolución en cuanto a señalización surgió con el aumento de desplazamientos gracias a los primeros coches. Fue en este momento en el que se hizo necesaria la reglamentación de la circulación a fin de evitar el caos.
En 1908 tiene lugar en Roma, el Congreso Internacional de Carreteras. Durante 1909 se acordó el uso de 4 símbolos pictóricos por 9 gobiernos europeos. Hasta la llegada del automóvil los pictogramas no habían sido utilizados, las velocidades a las que se movían los viajeros permitían leer las señales escritas. Con los nuevos vehículos comienza a aumentar la velocidad además del tráfico, de ahí que se llegara a esta solución para informar de forma más rápida y sencilla.
Como primer paso se acordó el uso de 4 pictogramas, poco a poco se fue incrementando el uso de estos símbolos.
Durante la década de los sesenta, Estados Unidos decide adoptar los símbolos internacionales, hasta entonces había contado un sistema basado en sus propios símbolos.
En la convención de Viena de 1968 se firma un acuerdo europeo con el fin de estandarizar las normas de tráfico. En la actualidad el tratado cuenta con el apoyo de 52 países. En él se establece la norma europea de señales, en cuanto a forma, color, y diseño.